Me centro en la atención de personas adultas que se encuentran en momentos de búsqueda, malestar o cambio, especialmente cuando la exigencia, la ansiedad o la sensación de no encajar han estado demasiado presentes.

Tengo especial sensibilidad hacia quienes han atravesado experiencias de trauma o sospechan que pueden estar en un perfil neurodivergente no identificado en etapas tempranas, como el autismo o el TDAH en la adultez.

Mi mirada es integradora: conecto historia de vida, vínculo, regulación emocional y contexto para comprender el malestar en profundidad. En los últimos años, me he especializado en trauma complejo y en la valoración de perfiles neurodivergentes, especialmente en mujeres con diagnóstico tardío.

También desarrollo tareas de formación y divulgación sobre salud mental y neurodivergencias, y colaboro como tutora en la formación del profesorado en programas de para la mejora de la convivencia escolar.

Creo en una psicología presente, comprometida y respetuosa con los ritmos de cada persona. Una psicología que no juzga ni simplifica, y que construye desde la comprensión profunda.